Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos, junto a Rabat, Meknes y Fez, una de las cuatro ciudades imperiales. Su ubicación entre el Sahara, la majestuosa formación montañosa de Atlas y el Anti Atlas le hace estar en el centro de una encrucijada en la que comerciantes, mercaderes, poetas y viajeros tomaron como lugar de parada desde hace siglos.

       Su medina, repleta de historia, forma parte de los monumentos Patrimonio de la Humanidad, la vistosidad de sus calles, estrechas y entrecruzadas, el colorido zoco o la ajetreada la plaza Jemma el Fna, son los puntos clave para visitar la ciudad.

       Marrakech es una ciudad con hoteles y alojamientos modernos y adaptados al turismo actual, destacando especialmente los Riads, cuidadas casas señoriales reconvertidas en estancias donde todas las facilidades actuales conviven con una decoración tradicional y refinada.

       Además, gracias a su aeropuerto internacional, Marrakech Menara, y las buenas conexiones por carretera, la ciudad tiene una excelente comunicación con el resto.

Algunos ejemplos:

♦  Sumérjase en el tradicional y exótico ambiente de un Riad.

♦  Descubra la cultura y el carácter local a través de las compras visitando cooperativas donde hacen sus tradicionales «knots» en las alfombras, también la piel, cerámica, plata, trajes típicos, especias, etc…

♦  Rincones donde los visitantes encontrarán encantadores de serpientes, juegos y acróbatas.

♦  Disfrute de una cena de bienvenida o despedida en Jaimas nómadas o en un palacio histórico.

  Aventúrese en el valle verde de las montañas del Atlas en un rally 4×4 visitando a un pueblo bereber.

♦  Sabrosos platos de cocina, lugares espectaculares y el ambiente de sus gentes, educación o folklore.